Ya hemos entrado de lleno en la época del calor y nuestro cuerpo nos pide ejercicios diferentes a los que podemos realizar durante todo el año (o a diferentes horarios). Una buena forma de aprovechar esa necesidad de cambio y, al mismo tiempo, refrescarnos un poquito durante el caluroso verano, es la de realizar ejercicios y deportes adaptados al medio acuático.
Muchas de estas actividades son incluso mejores si se realizan con las condiciones que nos proporciona el agua, así que vamos a analizarlas una por una para conocer mejor sus beneficios:
1-Mejor regulación de la temperatura corporal
Al fin y al cabo, ¿os imagináis correr a las cuatro de la tarde cualquier día con un sol de justicia acompañándoos? En una piscina podemos hacerlo cuando nos plazca y como nos plazca, ya que el agua baja los grados que nuestro cuerpo habrá subido por el aumento de la temperatura ambiente. Nos mantendremos frescos mientras realizamos el ejercicio, lo que ayuda a que el entrenamiento sea más agradable, pero también más seguro (no queremos golpes de calor ni otros sustos por el estilo).
2 – Mayor amortiguación
La forma en la que flotamos al entrar en el medio acuático disminuye el impacto sobre nuestras articulaciones, así que, además de entrenarnos de forma más segura, también será apto para deportistas con algunas lesiones, personas mayores con cierto tipo de dificultades de movilidad, etc.
Gracias a esta amortiguación también podremos trabajar ciertos tipos de ejercicios que por razones obvias serían imposibles en tierra. Después detallaremos varios ejemplos de este tipo bastante interesantes.
3 – Más resistencia
Cuando entrenamos en agua obtenemos hasta un 15 % más de resistencia que cuando entrenamos fuera de ella. Este detalle hace que aumente la resistencia de nuestros músculos y que por tanto mejore nuestra fuerza si nos ejercitamos en este medio asiduamente.
Además de esto, realizar este tipo de ejercicios estimula el riego sanguíneo y la oxigenación de los tejidos, es un método sensacional para combatir el estrés y, por supuesto, también es divertido.
En el agua no sólo se practica natación
En los últimos años se ha ido innovando en actividades adaptadas al agua. La piscina hace tiempo que se quedó lejos de ser ese lugar donde únicamente se acudía a realizar un par de largos. Aquí os mostramos algunas de las novedades que quizás no conocéis y que suenan bastante apetecibles:
Aquarunning - Es el programa de entrenamiento perfecto para runners, ya que te permite practicar la técnica de la carrera en el agua sin riesgo de lesión, sin sobrecargas y sin impacto. Tonifica rápidamente y consume muchas calorías, por lo que los resultados son evidentes poco tiempo después de empezar a practicarlo.
Aquaboxing - Boxea en el agua. Esta nueva práctica lleva la técnica, patadas y golpes del boxeo o el kickboxing al agua para conseguir intensas sesiones de entrenamiento sin apenas riesgo de lesión. Proporciona una importante mejora de la capacidad cardio-respiratoria, se queman muchas calorías, se gana coordinación y se elimina el estrés.
Aquaspinning – para los fans del ciclismo indoor. En la mitad del tiempo de lo que dura una clase de spinning normal se consiguen los mismos resultados. Sudarás tanto como en una clase “en tierra” pero no tendrás esa agobiante sensación de calor. El fortalecimiento de piernas, bíceps, tríceps y abdominales es evidente y la pérdida de calorías aplastante: entre 500 y 1000 por sesión. Increíble.
Además, contamos con las casi tradicionales aquabuilding, cardioaquagym, o aquastretching, alternativas a la natación, la sala de pesas o la gimnasia de mantenimiento. Todas ellas permiten mejorar tanto la técnica de natación como la condición física.
La conclusión es que, una vez conocemos los beneficios que el ejercicio en el agua nos puede proporcionar, debemos abrir nuestra mente y pensar que, cualquier actividad física que realicemos habitualmente fuera del agua, allí dentro nos beneficiará el doble, así que sólo tenemos que utilizar nuestra imaginación y buscar la piscina donde ponerlo en práctica.