Deportes al aire libre: montando en bici


Siguiendo con nuestras entradas temáticas sobre la realización de deportes al aire libre, especialmente para los que quieran iniciarse en ellos, hoy nos adentramos en uno de los más populares entre los más jóvenes y gente de todas las edades: montar en bicicleta. 

Además de ser un medio de transporte en auge, se trata de una actividad gratificante tanto para pasar un buen rato como para ponernos en forma, eso sí, si lo hacemos de una forma intensiva y concienciada. 
Está científicamente comprobado y demostrado que la intensidad del ejercicio realizado al montar en bicicleta regularmente nos aporta excelentes beneficios a la salud. Pedaleando al menos media hora se entrenan al máximo los cuádriceps y se tonifican y endurecen los glúteos. Los resultados se hacen visibles tanto en la parte superior del cuerpo (pecho, espalda, hombros) como, especialmente, en la inferior (muslos, nalgas, pantorrillas) 




Beneficios


  • Ayuda a eliminar la grasa indeseada, pues al pedalear empleamos la que tenemos de reserva y nos quedamos con la que el organismo necesita. La zona que mejor se ve beneficiada es la de las extremidades inferiores.

  • Los movimientos regulares de las piernas fortalecen la zona lumbar, previniendo así posibles futuros problemas de salud localizados en esa zona.

  • Combate el estrés. 

  • Estimula los pequeños músculos de las vértebras dorsales y esto nos ayudará, al igual que ocurre con la zona lumbar, a prevenir posibles dolores en la espalda en un futuro.

  • Mejora la digestión.

  • Fortalece los pulmones.

  • Vigoriza el corazón.  Al ser un deporte cardiovascular, mejora la circulación sanguínea, el corazón bombea más sangre al cuerpo y entonces el músculo cardiaco se fortalece. Entre los beneficios que esto comporta, se incluye la disminución de riesgo de infarto a casi la mitad.

  • Reduce tu colesterol malo y a la vez aumentará colesterol bueno. 

  • Cuida las rodillas – Según el profesor Frobose, el ejercicio de la bicicleta representa una carga mínima para las articulaciones y las hace fuertes y resistentes. Si notas dolor en  las rodillas al montar en bicicleta, seguramente estés fallando en algo. Los principales motivos para que esto ocurra son:
  1. Una indebida altura del sillín (demasiado baja o demasiado alta), que hace que se fuerce en demasía la articulación de la rodilla.

  2. Utilizar desarrollos demasiado largos.

  3. Una incorrecta posición de las calas en los pedales automáticos (para quien los use).

  4. Forzar la marcha muy por encima de las posibilidades propias, es decir, de la capacidad a la que las articulaciones de la rodilla están aún habituadas.


Consejos para los que planeen comenzar a montar en bici habitualmente:


  • Calienta y estira los músculos, sobre todos los de la zona posterior de las piernas.

  • Pedalea primero con marchas que desarrollen poca potencia.

  • Comienza con 30 minutos al día y ve aumentando poco a poco. La intensidad aquí no es muy importante, lo ideal es mantener un ritmo medio que te permita ir cómodo encima de la bicicleta, aunque el ritmo debes marcarlo tú dependiendo de cuáles sean tus objetivos.
  • Si tu objetivo va a ser el de mejorar el rendimiento a través de la bicicleta no te olvides de ser persistente, realista y, ante todo precavido.

Y hasta aquí nuestras pequeñas sugerencias sobre los ejercicios que podéis hacer cuando os apetezca entrenar y estar bajo del sol al mismo tiempo. Tened en cuenta siempre las directrices que os hemos ido dando en estas entradas: utilizad protecciones; intentad ir siempre acompañados de amigos para que la actividad sea más amena y os cueste menos lanzaros a ella; intentad elegir zonas habilitadas o carriles bici e intentad convertir estas actividades en rutinas deportivas diarias o semanales.


¡A disfrutar de los rayos de sol y hasta la próxima!

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